Desde el principio tenía muy claro que este blog no iba a debatir sobre política ni religión.
Pero por desgracia la mayoría de de los temas están influenciados por una cosa u otra.
Como la designación de San Sebastián como Capital Cultural Europea.
Una decisión más política que cultural, en eso estamos de acuerdo con los alcaldes de las otras 5 ciudades finalistas, Cordoba, Las Palmas de GC, Segovia, Burgos y Zaragoza y no es despecho, es justicia.
No es que yo apoyara más a una que a otra, siendo de Las Palmas de Gran Canaria, no creía, lo confieso, que estuviera aún preparados para tal honor y por supuesto, no quiero quitarle crédito a San Sebastián y su proyecto en el que con tanto afán trabajó el anterior alcalde pero…¿Seguro que no influyó el hecho de que ahora esté gobernada por una corporación cuyo partido tuvo que ser investigado por el Tribunal Supremo para conseguir la autorización para presentarse a las elecciones por supuesta relación con la banda armada ETA?
¿Cómo ha sido tan poco inteligente el portavoz del jurado de tratar de dignificar la elección relacionándola con la violencia?
¿Es justo que haya sido elegida la única ciudad de las 6 que no representa al estado Español ya que no se siente parte de él, que reclama la independencia del país Vasco y se ha despojado de los símbolos de nuestro país, la bandera y la imagen del Rey?
No lo entiendo, cualquier otra elección se hubiera recibido muchísimo mejor por la gran mayoría del país.
Solo espero que el millón y medio de euros del premio Melina Mercouri y lo que reciba esta ciudad de los fondos estructurales (FEDER) y del Fondo Social Europeo se empleen en infraestructura urbana, para reforzar la cohesión social y desarrollar políticas locales de innovación, crecimiento y empleo, que es para lo que se otorga y no para rearmar una banda terrorista, porque me temo que eso caería en la conciencia y responsabilidad de ese jurado tan inteligente.
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