UNA SORPRESA PARA MAMA

A pesar de la mala calidad de las fotos, no quiero dejar de compartir esto con todos.

El año pasado, aproveché que mi madre se iba de viaje una semana para darle una sorpresa.

Su dormitorio, que tiene desde que se casó hace ahora casi 45 años, necesitaba un poco de luz y color.

De madera de Samanguila, que era muy típica de la época y desde luego, de corte bastante clásico para ser de los años 60, esto era lo que veía antes de acostarse y según se levantaba, el blanco de la pared no ayudaba así que....

Se me ocurrió darle nueva vida, con pocos recursos (pintura para pared y para madera) y gastando lo mínimo, el esfuerzo físico fué mayor que el económico ya que cuando salía del trabajo (y todos los que me conocen saben que tengo un horario bastante "especial") me tocaba bricolaje y pintura (3 manos las dos paredes y ¡7 ! los muebles para un perfecto acabado que no luce en las fotos), incluso pintura artística, fíjense en el cuadro de la pared, antes y después.

Incluso la silla sufrió mi locura redecoradora.